Autor: Sebastián Ibieta
Periodista, Diplomado en Gestión de Retail,
Diplomado en Distribución y Logística
El Emprendedor el eje central del proceso de Emprendimiento, es por esto, que antes de lanzarse debemos realizar un análisis interno y externo, el cual nos ayudará a cometer menos errores en el proceso.
Emprender requiere utilizar nuestros recursos, no solo monetarios, sino que además de tiempo, energía, etc., para así realizar una reflexión oportuna y constante de quiénes somos, qué es lo que queremos y podemos hacer, como nuestros talentos sirven a para satisfacer necesidades no cubiertas es esencial antes de comprometer nuestros recursos, que no son infinitos.
Seguramente muchas veces te han dicho emprende en lo que te apasiona, en lo que te gusta, en lo que motiva, pero ojo, este consejo muchas veces puede ser peligroso. Es verdad que la pasión genera energía y motivación, pero si emprendes en algo en lo que no eres bueno te vas acercar peligrosamente a la frustración.
Una cosa es que algo te apasione, te encante, te motive: te guste participar de clubes relacionadas al tema, te mantengas conectado con las últimas novedades del rubro y te sientas parte de él, pero otra cosa muy distinta es que tengas la habilidad para producir ese bien o servicio que tanto de apasiona.
Ahora si tienes la pasión y la habilidad hay un tercer componente que debes evaluar, el mercado. Antes de lanzarnos debemos analizar si existe demanda del bien o servicio que queremos ofrecer, en ocasiones nos encontramos en el lugar o el momento equivocado. Para Emprender es muy importante embarcarnos en actividades para las cuales exista un mercado existente o latente, es decir, apunto de emerger.
Es ideal que este mercado tenga un buen tamaño y si existe, hay que analizar cómo aprovecharlo con una actividad en la que somos buenos y que nos genera esa pasión interna para sacarlo adelante.
Muchas personas se focalizan en la existencia de éste mercado buscando mediante la educación desarrollar las habilidades para la actividad que les permita encontrar un empleo, dejando la pasión de lado, ya sea para los fines de semana u ocasiones especiales. Sin embargo, lo peor que nos puede pasar es que nos dediquemos para algo que no somos buenos, no nos gusta, ni nos apasiona y para lo cual existe un mercado pequeño, si es que existe.
Finalmente la situación ideal es la opuesta: cuando pasión, habilidad y demanda por lo que queremos ofrecer confluyen virtuosamente. Si esta es tu situación, no te darás ni cuenta que estás trabajando, ya que harás lo que te gusta, apasiona y genera recursos.
Les voy a contar mi historia: el Enero del año 2019 inicie mi propio emprendimiento, Comercial SID. Motivado decidí invertir parte de mis recursos y toda mi pasión en sacar adelante mi empresa. La cree, la formalicé, gasté en contadores, inscribirla en SII, mande hacer tarjetas, cree mi fanpage, compré stock de productos con tal que funcionara de mejor forma posible. La Habilidad de la venta ya la tenía, ya que con más de 8 años dedicado al rubro, capacitaciones y una cartera de clientes formada por años trabajando en ruta creí tener ese punto asegurado.
Sin embargo, hubo un punto que no analicé de forma correcta, el mercado. Los productos que vendía eran de un nicho muy específico, Aguas Alcalinas, por lo tanto era muy pequeño, además dominado por marcas ya posicionadas y tampoco se veía un mercado latente en el cual participar. Por otra parte, mis gastos en Logística, Costos fijos, costos variables, no se cubrían con el retorno que me producía mi venta. Pasó un tiempo y en virtud de los resultados decidí cerrar mi negocio con la consecuente frustración de no haber podido llevarlo más adelante, ya habiendo utilizado una buena cantidad de mis recursos y no sólo los monetarios.
Sin embargo, después de reflexionar a las razones de mi falla saque grandes lecciones de él, ya sé que no debo hacer, cómo debo analizar los próximos desafíos y cuento con una experiencia que me ha llevado a emprender otras ideas con mayor reflexión y sabiduría.
“Emprendo porque quiero hacer cosas de las que pueda sentirme orgulloso”.
Richard Branson.
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